Dice

Nicolás

Flamel:

"Esta

operación

es

un

verdadero

laberinto

porque

se

presentan

mil

caminos

al

mismo

tiempo.

Además,

hay

que

ir

al

final

de

la

operación

justamente

al

contrario

del

comienzo. "

La

aflicción

es

la

semilla

de

la

perfección.

Es

verdaderamente

la

menstruación

de

los

sabios,

el

León

verde

de

los

Filósofos,

el

agua

Póntica

que

no

moja

las

manos,

el

acetum

acerrimum

o

vinagre

muy

agrio

por

medio

del

cual

se

extrae

la

cabeza

del

cuervo,

la

verdadera

leche de la Virgen y el elixir para la multiplicación.

Tienes

que

hacer

converger

cada

circunstancia

de

tu

vida

hacia

la

meta

suprema,

visualizando

cada

acción

claramente

antes

de

llevarla

a

cabo,

pero

principalmente

las

penas

y

sufrimientos

cotidianos

y

llegarán

muchos;

y

muchos

te

llegaran

porque

"los

discípulos

de

los

sabios

no

encuentran

buen

reposo

en

este

mundo

",

dice

el

rabino

Issachar-Baer.

Puedes

extraer

de

ellas

una

experiencia

maravillosa

y

obtener

el

agua

regia que corroe todas las impurezas.

Saber

extraer

el

fermento

(energía)

de

perfección

de

las

mismas

dificultades

de

la

vida

y

transmutarlo

en

fuerzas

vivas

en

el

plano

hiperfísico,

es

la

alquimia

mayor

contra

la

que

nada

prevalece;

es

la

purificación

magnífica,

el

“aurum

de

stercore”

de

Virgilio

(el

oro

en

el

estiércol

alquímico),

el

“morbus

quilibet

purgatorium”

(la

enfermedad

que

es un Purgatorio) de Paracelso. "

Que

no

se

te

escape

un

murmullo

cuando

uno

de

tus

proyectos

no

se

ve

coronado

por

el

éxito.

No

tardarás

en

comprender

que

era

necesario

que

fuera

así,

y

que

las

decepciones

momentáneas,

debían

prepararte

ventajas inesperadas en un futuro.

Geber

enseña

que

es

casi

obligatorio

que

el

alquimista

se

equivoque

varias veces.

En

la

adversidad

confórmate

al

pensar

sin

inquietud,

que

tu

visión

intelectual

se

encuentra

oscurecida

en

este

momento,

y

que

el

camino

del

que

has

sido

expulsado,

que

creías

excelente,

en

realidad

no

lo

era.

Pronto

adquirirás

la

certeza

y

reconocerás

el

encadenamiento

siempre

admirable de los efectos y las causas.

Guárdate

de

envidiar

a

los

triunfadores

del

día

y

del

momento.

Verás,

Discípulo mío, que se burlan de tu ascensión y desprecian tu esfuerzo. "

Nosotros

no

rogamos,

-dicen

los

insensatos-

no

rogamos

y

a

pesar

de

todo,

¡nuestros

negocios

prosperan!

blasfemamos

de

Dios

y

Dios

¡no

nos

paraliza la lengua!

Pero,

¿qué

prueba

esto?

que

su

Padre

Celestial

es

bueno

y

que

ellos

son

unos

inconscientes

nada

más.

Pero

tú,

Discípulo

mío,

sigue

con

perseverancia

el

avance

por

la

Vía.

No

te

abandones.

Los

mismos

maestros han recomenzado la Obra varias veces.

que

ninguna

enseñanza

escuchada

o

solicitada

no

puede

sustituir

la

asimilación

lenta

de

la

doctrina

alquímica

a

través

de

un

estudio

profundo

y

hecho

a

conciencia

de

los

libros

de

los

maestros.

Sólo

al

cabo

de

años

la

Luz comenzará a despuntar para ti.

Entonces,

en

los

textos

donde

el

profano

sólo

ve

tonterías,

vas

a

percibir

las relaciones sutiles, que te guían en medio de la obscuridad de la Vía.

La

alquimia

no

es

cosa

de

una

semana,

es

obra

de

toda

una

vida;

es

una

sola

cosa

con

la

existencia

del

Adepto.

La

comprensión

de

la

Gran

Obra

es

el coronamiento de la vida.

Llegar

al

Absoluto

a

veinte

o

treinta

años

es

ilusorio,

a

esta

edad

sólo

estás

en

camino

y

no

puedes

abandonar

la

Vía

sin

perder

al

mismo

tiempo la esperanza de volver a entrar.

Descubrirás

progresivamente,

la

verdad

en

la

palabra

de

los

maestros;

no

quieras

estar

al

final

del

viaje

antes

de

haber

recorrido

el

camino

necesario

para

llegar.

Si

estás

mínimamente

adelantado

en

la

Vía,

comprenderás que es imposible hablar más claramente.

¡Pero

qué

luminosas

te

parecerán

más

tarde

las

palabras

que

ahora

son

oscuras

e

incomprensibles,

si

no

has

dejado

de

trabajar

siguiendo

las

prescripciones de los maestros!

Entonces

sonreirás,

al

ver

cómo

son

de

sencillas

las

nociones

que

te

parecían

tan

abstrusas

cuando

aún

eras

un

profano,

y

reconocerás

que

no

había

ninguna

explicación

destinada

a

preparar

tu

espíritu

para

recibir

la

semilla

de

la

verdad

si

no

emprendes

el

primer

paso

en

una

investigación personal.

Y

es

en

este

sentido

que

se

dice

que

nadie

puede

ser

iniciado

sino

por

él

mismo.

Grillot de Givry

SUBLIMATIO

RVM